En plena ola de frío, Almería, hermana ciudad de esta maltratada Andalucía Oriental, se convirtió en “otra ola” distinta a las meteorológicas o las marítimas, en este sábado 4 de febrero de 2012.
Una decena de miembros de la Asociación Musical, nos acercamos a la cercana ciudad del Indalo, para cerrar todos los flecos con la primera Hermandad a la que acompañaremos en la próxima Semana Santa, concretamente el Sábado de Pasión: la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas en el abandono de sus discípulos, María Santísima del Rosario del Mar en sus Misterios Dolorosos y Santa María Magdalena.
Nos situamos en el centro de Almería, donde las calles estrechas y el naranjo casi en flor, nos daban la bienvenida bajo un frío sol de febrero. Capilla de Santa María Magdalena, antiguo Hospital Provincial de Almería. Preside, en el ábside de la bella Capilla, a una altura considerable, Nuestro Padre Jesús de las Penas. Y a los pies del coro, en la lejanía de los bancos y del altar mayor, bajo una arcada de blanca piedra, como si fuera la Santísima Trinidad por ser 3 los arcos que suben y bajan hacia otras tantas columnas, Ella: María Santísima del Rosario del Mar
Cristo y María. Como un pequeño Gólgota, donde Jesús aún atado de manos, se convierte en ese momento en la “altura de la cruz” que nos mira y nos sugiere para ayudarle a bajar y María, sola, frente por frente a nosotros, con una tenue luz que besa e ilumina su rostro en la oscuridad de la Capilla. Y en ese Gólgota, entre Jesús y María en la sublime y silenciosa capilla, nos encontramos a modo del apóstol amado, a los hermanos de una joven pero viva hermandad que vienen así completar el Calvario.
Veníamos de Granada en un día desapacible, pero nos encontramos una apacible hermandad; veníamos con el frío en el cuerpo de esta ola polar, pero nos encontramos con el calor del corazón del hermano que sirve al prójimo sin esperar ningún tipo de recompensa; veníamos con el hambre que aviva la rutinaria carretera, pero nos encontramos saciados con la acogida, el encuentro, el respeto y el trato de una joven pero elegante, sencilla y detallosa hermandad. Veníamos de Granada, de nuestra casa, nos encontramos con un verdadero hogar. Así lo sentimos.
Y es que los buenos momentos, los encuentros, las relaciones humanas, se han sellado a lo largo de la historia con el gesto del compartir. Y no fueron menos nuestros hermanos de Almería que espléndidos en su derroche de acogida, compartieron sus artes gastronómicas y alguna que otra “refrigeradas”, con unos gaznates sedientos. Queremos dar las gracias por el cariño y la dedicación para que todo fuera perfecto, para que disfrutáramos del encuentro y del lujo culinario que delante de nosotros teníamos.
Y entre tanto arte no faltó el musical: nuevas marchas, las clásicas, el repertorio del sábado de pasión, los ensayos, el número de músicos…ya empezamos con esta marcha, ya terminamos con la otra, ya quitamos una, ya aconsejamos otra…. Se nos vino a la memoria la estación de penitencia del año pasado y cómo en éste, con toda la ilusión del mundo, íbamos a estrenar entre todos un Martes Santo almeriense que pasaría a la historia y que queda definitivamente, por circunstancias, aplazado hasta el año que viene. Este Martes Santo, Almería quedará incompleta, sin Mar y ni Penas en sus arterias, que son las calles.
La ilusión y el trabajo de la cofradía durante un año, cuando la misma es joven, no sólo se palpa en la humanidad de sus hermanos, sino en el crecimiento del patrimonio de la misma, pues la Semana Santa, escenificación de la Pasión de Cristo, necesita de esos elementos, de esa estética que tanto caracteriza la forma de entender la muerte y resurrección en este sur de España.
Pudimos interesarnos y observar (mientras nos explicaban con detenimiento e interés), el patrimonio que poco a poco va poseyendo la Cofradía y que cuidadosamente exponían tras una ordenada vitrina en uno de los salones de la casa de Hermandad (adosada a la Capilla): diademas, sayas, libro de reglas, bordados, piezas de candelería…simplemente nombrar Fernández y Enríquez, Ramón León o Hermanos Delgado, es garantía del trabajo y del gusto cofrade por las cosas bien hechas. “Pocas piezas” como quien dice hasta ahora, pero muchas en cariño y esfuerzo para poner en la calle a sus dos titulares.
Y nosotros la Asociación Musical San Isidro de Armilla nos consideramos agradecidos y tratados con el mismo mimo que la elección del patrimonio material. Y lo demostraron con sendos detalles, con el obsequio de pulseras con la imagen de la Virgen y pins de la hermandad para los componentes que allí estuvimos, y con la entrega a nuestra Banda de un cuadro con el bello rostro de María Santísima del Rosario del Mar con la siguiente dedicatoria:
"Con todo el cariño de la Hermandad Rosario del Mar de Almería a la Banda de Música San Isidro de Armilla por su acompañamiento musical en nuestra estación de penitencia.”
Amamos la música, las procesiones y los titulares de las Cofradías. Pero también amamos a quienes hacen posible el milagro de la Semana Santa: los hermanos de la Cofradía; pero como podemos ver y así lo sentimos de todo corazón, si son como nuestros hermanos y amigos de la Hermandad del Rosario del Mar, amamos la vida que es el todo.
Desde este blog, queremos daros las gracias una vez más por el magnífico día que nos hicisteis pasar, por vuestro trato, vuestro trabajo, vuestra confianza en nuestra música y nuestro asesoramiento musical y por el sentimiento de hermandad que entre todos hicisteis que palpásemos. Ahora os toca a vosotros devolvernos la visita. Porque en Granada, en Armilla, tenéis un corazón de vuestra Hermandad, aunque sólo suenen sus latidos durante unas horas tras María Santísima del Rosario del Mar, siendo esa bomba que hace fluir la sangre en forma de notas y compases para dar oxígeno al costalero.
Y como decíamos al principio, fuimos a Almería en plena ola de Frío…tras unas horas nos vinimos en plena Ola…pero de calor, de bendito calor humano de los hermanos de Almería que nos llega al corazón.
Magnifico, amigo Clemente.
ResponderEliminarPablo.
Qué haríamos sin ti, Clementin??? Muchísimas gracias por esta crónica tan estupenda y brillante... Qué dos blogeros tenemos, sois la leche! A ver cuando nos volvemos a escapar de pingoneo jeje
ResponderEliminar¡Familia! Gracias por estas palabras, Clemente, ¡eres todo un poeta! Para nosotros ha sido un placer, y que sea por muchos años. Nos vemos pronto. Un besazo
ResponderEliminarMª Luisa
Por otro lado, MUCHISIMAS GRACIAS POR ESE TRATO QUE NOS DISTEIS A TODOS Y TODAS LOS/LAS HERMANOS/AS DE LA COFRADIA, UNA COMIDA DE RECHUPETE, UN ARROZ...QUE NO TENGO PALABRAS PARA DESCRIBIR... UN SENTIMIENTO DE ACOGIDA QUE QUIZÁ PARA EL POCO TIEMPO DE CONOCIMIENTO ENTRE AMBAS PARTES, SE NOS HIZO INOLVIDABLE. CON GENTE ASÍ MERECE LA PENA DARSE EL VIAJE A ALMERÍA LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS. GRACIAS Mª LUISA, ROSA, ARACELI, JAVIER (PADRE E HIJO) MARTIN, JESÚS Y UN ETC DE PERSONAS QUE NOS HICIERON DISFRUTAR DEL DÍA COMO UNOS ALMERIENSES MÁS.Y ESOS BONITOS DETALLES CON NOSOTROS/AS.. EL SÁBADO DE PASIÓN LLEVARÉ CONMIGO ESA PULSERA TAN BONITA.
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