El pasado sábado se presentaba en Loja la nueva “imagen” de la titular mariana de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad , talla del año 1954 del granadino José Ramos García, que acusa una clara hechura granadina como si se tratase de una de las tallas de los siglos de oro del barroco granadino (s.XVII y XVIII). La restauración de la misma por el escultor de Vélez –Málaga Israel Cornejo, ha devuelto la esplendidez a una imagen poco conocida, por lo menos en la capital granadina, y que nos encandiló a los allí presentes por la belleza de la misma.
Con esta presentación a los fieles cofrades de la cercana ciudad de Loja, también se produjo ante los hermanos de dicha Cofradía, nuestra presentación física, pues hasta ahora sólo la dichosa tecnología en forma de teléfono u ordenador había sido el vínculo cercano con esta Hermandad del Viernes Santo lojeño, a la cual tendremos el placer de acompañar por primera vez. Y es que la Banda de Armilla quiso estar presente en este momento tan importante para la Hermandad , para estrechar lazos y conocer a quienes han puesto este año la confianza en nosotros para su acompañamiento musical. Quisimos que se encontraran arropados por “¡los músicos!”, como nos llamó (lógicamente) con alegría e ilusión D. Juan Carlos, el consiliario de la Hermandad que presidió la Eucaristía, al presentarnos mutuamente, cuando ya casi comenzábamos el camino de regreso a casa.
Nos encontramos una ciudad, Loja, con una temperatura baja, como cualquier municipio de la capital granadina a eso de las siete y media de la tarde en este frío mes de febrero. Lo primero que nos impresionó fue la bella Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación (s. XV), fundada por los Reyes Católicos sobre la antigua mezquita Aljama. Majestuosa, es la palabra que define a este templo de cruz latina, de una sola nave que destaca por la preciosa cúpula, toda de piedra, que se levanta sobre el templete que preside la Iglesia. La Virgen de la Soledad suele estar sobre la capilla derecha del crucero del Templo (encontrándose a sus pies la urna del Santo Sepulcro), justo frente a un Nazareno situado al otro lado del crucero y que a quienes acudimos a Loja, nos recordó y así es, al Gran Poder de Motril (aunque con la cruz en el hombro contrario) obra de 1949 del insigne escultor de Churriana de la Vega , Domingo Sánchez Mesa.Sin embargo, en este día, la Dolorosa se situaba en el centro del crucero, sobre una bella peana realizada para una hermandad hermana que radica en la misma Iglesia.
Y pudimos disfrutar esta vez, no del melodioso cántico del clarinete, o del saxofón o de esa fuerza que surge de la trompa o el trombón, sino de la voz humana que se alza y se entremezcla entre sí, formando un verdadero coro de ángeles. La coral Ciudad de Loja nos acercó a otros tiempos, a otros rituales donde la solemnidad era más cotidiana y la música más valorada en lo religioso; llegando a interpretar bellas obras en ese marco tan espectacular de la Iglesia de la Encarnación , como es el Kyrie del Requiem de Mozart, entre otras piezas. Si fuimos a encontrarnos con los cofrades de Loja, no sólo nos encontramos con ellos sino que también y con satisfacción, nos topamos con la música que se elevó sobre las cúpulas añejas del templo lojeño.
Tras la celebración Eucarística, el hermano mayor Juan Miguel Alba, agradeció la asistencia de todos los presentes, así como el trabajo realizado por el autor, Israel Cornejo, que también presente, tuvo una breves palabras sobre la restauración de la imagen. La misma ha consistido en el cambio del candelero, reparación de la policromía original de la imagen, y el cambio de los brazos para que sean del todo articulados. Como explica el propio imaginero se ha hecho un trabajo de “restauración, recuperación y consolidación”, destacando el bello rostro de la Dolorosa , que nos traslada en el tiempo a las características de las tallas granadinas del siglo XVII Y XVIII: pátina blanquecina con las mejillas sonrojadas, cejas arqueadas, nariz fina y boca pequeña.
Sencillez. Esa es la sensación que nos llevamos quienes tratamos con el hermano mayor, su mujer Ana Castilla, con el albacea y con el resto de hermanos allí presentes. Y es que el trato fue cercano y sencillo. Y como siempre, queremos ser agradecidos desde este blog, y he aquí nuestro agradecimiento por el trato y la cercanía recibida, por la confianza, la ilusión y ganas que han puesto en esta Asociación Musical que seguro no defraudará en la noche lojeña del Viernes Santo. Gracias amigos.
Hablamos con Juan Miguel de la salida de la Hermandad , del recorrido, de los puntos más importantes del mismo, del repertorio, de los costaleros que andaban ilusionados porque la banda de Armilla iba a ser el acompañamiento, del repertorio de la Banda … porque si algo también nos quedó claro es que la Banda de Armilla es muy conocida y todos nos habían escuchado por lo menos en la Coronación de la Aurora en mayo de 2011, amén de la Semana Santa de Granada, claro, o incluso por haber acompañado a Hermandades de Motril. Así nos lo manifestaron y así de ilusionados con nosotros están.
Ante el mayor o menor conocimiento de bastantes de las marchas que tenemos en el repertorio, estuvimos aconsejando sobre cada una en relación al cararter de la Hermandad y lo que podíamos aportar, musicalmente hablando, durante el recorrido. Y si otra cosa más nos quedó también clarificada, es que Loja necesita de nuevas marchas que le den un enfoque distinto y enriquezcan la Semana Santa de Loja, como así dedujimos de la conversación con el albacea, tuba de la Municipal de Loja. Hasta el sacerdote, tras conocer quienes éramos (de la banda de Armilla…claro) nos comentó, ¡a ver si tocáis marchas nuevas sobre todo, que sean distintas a las de siempre!
De regreso, con el frío de la Ciudad del Agua en el cuerpo, teníamos ya algo más claro el repertorio del Viernes Santo, al conocer a los hermanos, la Dolorosa y a la Hermandad.
Con permiso de la misma y con nuestro asesoramiento musical, esperamos alcanzar las expectativas puestas en nosotros. Será todo un reto, ser este año la banda de música que seguro rompa todos los esquemas musicales en el Viernes Santo lojeño. Y eso queremos, que para esos somos… ¡los músicos!.
(Clemente Maillo)
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